QUE VIVA EL CARNAVAL
El carnaval es una fiesta popular en el la gente se disfraza
y participa en bailes y comparsas en las calles durante los tres días que preceden a la Cuaresma pasado el carnaval
llega el Miércoles de Ceniza y los católicos
se marcan la frente. Pero día a día felices estarán todos los turistas que lleguen a los
diferentes lugares del Ecuador y que visiten los pueblos donde se canta el
Carnaval, coplas van y coplas vienen, un grupo contra otro grupo, un polvo con otro polvo, una guambra con otra
guambra es un lindo contra punto y son los mensajes subliminales, que llegan a los corazones de
hermosas mujeres nacidas, criadas en las
regiones ecuatorianas, en esos lugares escondidos que la mayoría no conocen y
por eso no puede vivir experiencias
inolvidables como las que se dan en la
provincias de Chimborazo, Bolívar y otros puntos geográficos que mantienen la
cultura del carnaval, la misma que se multiplica, sobresale y se destacan año tras
año, por las múltiples actividades que
se desarrollan durante una semana completa pero, comiendo
cuy, papas, fritada, tostado, mote, choclo, habas, conejo, ornado, cuerito de chancho, carne, empanadas,
maduro frito, yaguar locro, caldo de patas, tripas, corazón, sungo, tortilla de
papas, de maíz, de harina trigo, pero con bastante queso y azadas en el tiesto,
sin olvidar el draque, el traguito con canela pero cuidado toma el que mata por estar
contaminado, pida vino, la chicha de
jora pero huevona, esto es lo que hace la clase popular el pueblo llano, que no
toma otras bebidas o comidas exportadas.
Pero también esta es una oportunidad para unir a la
familia que por uno u otro motivo no se visitan, quizá por que muchos se fueron tan lejos llevados
por las locas ilusiones dejaron su lugar de nacimiento, su familia, el primer amor y llorando, llorando marcharon para siempre, penando que nunca
volverán pero luego regresan y recordando los tiempos de oro cantan: Dentro di
mi pecho llevo un torito carnicero, todito el bañado en sangre por un amor
traicionero. Amores, amores tengo ya no
las quiero tener por que un hombre vuelve tonto queriendo tanta mujer. A un alto pino subí para ver si te divisaba,
como el pino fue tan tierno al verme sufrir lloraba . A la vida de mi vida
muerte lo quiero ver en una sala tendida y no en ajeno poder. Al otro lado del
rio lloraba un garrapatero, no lloraba por ser pobre si no por ser forastero.
Dicen que no nos queremos por que no nos ven hablar, como somos impedidos sabemos disimular . La monjita me mando a que
prenda la candela yo como bien mandadito me aprendí de la cocinera. Alaja
arroyito de agua donde yo vengo a beber , no es tanta la sed que tengo, si no
por venirte a ver, bueno que la vida le depare lo mejor, siga su destino pero
controle sus instintos no solo en carnaval. Si toma bebidas fuertes no maneje,
ni pelee viva de los recuerdos pensando
en el futuro. Viaje a la playa, a las islas Galápagos o las montañas, si quiere
al Oriente pero si se va a otros países
seguro que no podrá cantar ni disfrutar de lo nuestro por todo esto
primero recorra por las rutas de la patria y luego con la barriga, con tambores
y guitarra siga cantando así se hace y así se hace al carnaval en Sibambe, Alausí y otros sitios de mi querida nación.
Dr. Roosevelt Barros
Morales.
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Dr. Ciencias de la Educación. MAGISTER en Educación Superior. Especialista
en Proyectos Educativos y sociales. Rector del colegio O E A. Docente dela universidad de Guayaquil.