POR LAS RUTAS DE MI PATRIA.

POR LAS RUTAS DE MI PATRIA.

Vivir en la mitad del mundo y tener la oportunidad de viajar por las diferentes rutas y subrutas de nuestro Ecuador nos permite sentirnos orgullosos de lo que tenemos y somos, imagínese, pero esfuércese, trabaje con Fé, llénese de esperanza, ahorre para que muy pronto escoja una de las siguientes Rutas de mi Patria o a lo mejor una subruta que a continuación le sugerimos para que experimente momentos de felicidad que jamás olvidará:

Según el lugar donde viva salga con dirección al Oriente por la vía del petróleo Quito – Lago Agrio y siga por la subruta que se inicia por Sucumbios para encontrar la orilla del río Aguarico, por donde puede llegar a los sitios desconocidos por usted y por muchos geógrafos , ya que son recintos pequeños donde los colonos se apropiarón de las tierras orientales y formaron pueblos novísimos como Cumbi, Tetes, Tarapoa, la Nueva Santa Rosa, Puerto del Carmen de Putumayo, donde compartirá con gente hospitalaria que recibe a propios y extraños de igual manera, pero están totalmente hermanados con los vecinos colombianos de Puerto Asis, La Hormiga, Puerto Colón Teteye – Piñuna Blanca, Pinuna Negra, Lorenzo, Peña Colorada, Puerto Ospina, Puerto Alegre, Puerto Cecilia, entre otros.

Cuando llegue al Putumayo le recomendamos no pasar a Colombia para seguir a Puerto Rodríguez, Cabo Minacho hasta el Guepí, a donde no se puede llegar fácilmente por la distancia; no se sorprenda, el chofer de la cooperativa petrolera Shushufindi, fue mi guía durante todo el trayecto, el vehículo con pocos pasajeros y en medio de la soledad del campo y las pocas montañas que quedan surgen grupos de niños que salen de la escuela y estiran las manitos para los lleve el conductor cortésmente, sube a los estudiantes pero no les cobra y dice que esto es ayudar al presente y futuro de la Patria.

En el Putumayo existe un solo hotel cuesta 4 dólares por noche, pero no tienen baño individual y está atendido por una ecuatoriana que lamenta la falta de turistas y dice que su esposo un colombiano la abandonó pero no le guarda rencor. La energía eléctrica solo hay hasta las 22 horas por lo que en tinieblas y acompañado de sonidos de ranas, que con su bullicio compiten con el canto de las aves silvestres y el sonido de las aguas del río San Miguel, puede vivir un día y una noche inolvidable.

Con la seguridad que para amar al Ecuador debemos conocer, hasta los últimos rincones de nuestro suelo sagrado, decida hoy no deje para mañana, saboree platos típicos del Oriente, arroz con yuca, menestra y carne de guanta, cebiche de culebra, lagarto, tortuga, gusano, chorilla dura, flor de plátano y tome un buen trago llamado sinchicara que está compuesto por siete hierbas; feliz y contento regrese a casa después de vivir un viaje que jamás olvidará hasta una nueva oportunidad.